Carolina ha tenido una existencia muy sufrida, según sus más cercanos, ya que a los 7 años su madre murió producto de un ataque al corazón, teniendo que mudarse a vivir con sus abuelos."Ellos la criaron hasta que se fue a vivir con su padre", aseguró una ex amiga, Orieta Peñaloza, hace unos días a nuestro matutino. Esta princesa dejó su hogar en Concepción, cuando tenía 17 años para ir a probar suerte a Santiago.
Ya en Santiago la vida de Carolina tomó el rumbo que ella buscaba en el mundo del modejale y los eventos, conoció a varios de los amigos que hasta hoy mantiene. Las gemelas Zegers, también modelos, son parte de las personas más cercanas que aún permanecen a su lado.
En la capital la rubia hizo amistades y también conoció a seductores empedernidos como Álvaro Ballero. "Muy buena niña, muy buena pareja. Y como toda mujer, como alguna vez dije, hubo una carencia afectiva porque no conoció a sus viejos, la relación se vuelve un poco más obsesiva, más complicada?pero no es más que eso, es una muy buena niña".
Y así, tras varios años de supervivencia en la capital, Carolina logra una inimaginable pantalla veraniega que disfruta sin saber mucho al interior de la casa del dating show.
Ya en Santiago la vida de Carolina tomó el rumbo que ella buscaba en el mundo del modejale y los eventos, conoció a varios de los amigos que hasta hoy mantiene. Las gemelas Zegers, también modelos, son parte de las personas más cercanas que aún permanecen a su lado.
En la capital la rubia hizo amistades y también conoció a seductores empedernidos como Álvaro Ballero. "Muy buena niña, muy buena pareja. Y como toda mujer, como alguna vez dije, hubo una carencia afectiva porque no conoció a sus viejos, la relación se vuelve un poco más obsesiva, más complicada?pero no es más que eso, es una muy buena niña".
Y así, tras varios años de supervivencia en la capital, Carolina logra una inimaginable pantalla veraniega que disfruta sin saber mucho al interior de la casa del dating show.
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